Y ahora...

Quién dijo que un punto de vista no es arte? Seguramente fui yo cuando no di mi opinión como tal. O al ver que nadie lo hacia con esa intención, pero solo estaba excusándome para que el tiempo no me gane de mano.
Tan solo le falta la música, una buena melodía y un excelente estribillo a todo aquel pensamiento cotidiano, (rutinario o no) o ambos, que sea el fruto de un golpe recibido, aunque darlo sería más interesante de contarlo como “crónicas personales de un desconocido”.
Ver un paisaje visto tantas veces por millones de ojos. Llegar últimos y pagar el ticket con creces y monedas cuando está a punto de cerrar porque, claro!!!, estamos al final de la fila dispuestos a encontrar en 5 minutos lo que esos millones de ojos no pudieron ver con tantos pelucos a su favor.
Exprimir los medios y derrocharlos también, si son nuestros, empezando a remar con las palmas de las manos cuando nos deshicimos de "el único propulsor" existente al alcance común. Es la experiencia de ser despilfarrador con lo mínimo, completar, ser un todo.